¿VALE CUALQUIER YOGA?
En las clases de yoga para embarazadas se trabaja de manera diferente a las clases convencionales ya que se trata de una práctica diseñada específicamente para mujeres en este estado, no es una clase adaptada, si no creada sólo para ellas.
El embarazo es un estado de salud, pero fisiológicamente muchos cambios acompañan a este estado: cambia nuestra capacidad respiratoria, nuestros órganos internos se ven desplazados y comprimidos por el bebé, aumenta el volumen sanguíneo, nuestro centro de gravedad se desplaza, aparentemente somos más flexibles...
Todos estos cambios, hacen que la práctica de yoga tenga que ser diferente. Que tenga que respetar cada uno de los cambios corporales y emocionales y que nos permita integrarlos y vivirlos con plenitud.
En las clases trabajamos con soportes: bloques, mantas, sillas, pelotas... que nos ayudan a permitir que la práctica sea respetuosa con las condiciones de cada mujer.
¿QUÉ NOS APORTA EL YOGA DURANTE EL EMBARAZO?
La práctica de yoga nos ayudará a integrar los cambios corporales y emocionales propios del embarazo, a sentirnos, a escucharnos.
A nivel físico nos puede ayudar a: aliviar molestias en la espalda, dar más espacio a nuestros órganos internos, ser más conscientes de nuestra respiración, mejorar nuestra circulación, nuestro esquema postural y facilitar la recuperación postparto.
A nivel emocional las clases de yoga son un momento de pausa, de desconexión con lo que nos rodea, del estrés, del trabajo... permitiendo un momento único para estar con nosotras mismas y con nuestro bebé.
Nos ayuda a vivir un embarazo con plenitud, con calma, con seguridad en nosotras mismas.
¿HAY ALGUNA CONTRAINDICACIÓN?
Habitualmente todas las mujeres pueden practicar yoga a partir del primer trimestre de gestación. Siempre que no haya contraindicación médica la práctica se puede empezar a partir de este período.
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Por María Dolores Teruel
Fisioterapeuta
Profesora de yoga especializada en yoga prenatal - escuela Omma
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